Una buena alimentación puede ayudar a prevenir el estado gripal. Ciertos alimentos contribuyen a reforzar el sistema inmunológico. Por ejemplo: una ingesta diaria de calcio, en todas las formas de consumo, lácteos, yogures y postres
Alimentos como el ajo y la cebolla contienen alicina, un eficiente antivírico, antibacteriano y antioxidante que estimula al sistema inmune.
Es muy importante que toda la familia se cuide y se proteja con una correcta selección de alimentos frescos y ricos en vitaminas, minerales y proteínas; tratando de programar el menú diario, ordenando la ingesta, realizando las 4 comidas y, si es posible, una colación a media mañana o media tarde. Esto, sumado a un buen descanso y el consumo de abundante cantidad de líquido son recomendaciones claves para favorecer el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
El estar sano y bien nutrido trae por consiguiente menor impacto en la sintomatología de la gripe.