Si usted es de los que piensan que las patatas engordan, debe leer con atención para conocer realmente las propiedades que tiene este ingrediente. Antes de nada recuerde tener como regla general evaluar las calorías que un alimento, cualquiera que sea, le aporta a su cuerpo; cada persona es diferente, no puede comer lo mismo una persona sedentaria que una persona activa.
Hoy nos vamos a centrar a desmentir el tópico de que la patata engorda más que el arroz, para ello lo analizaremos desde el punto de vista de vitaminas, macronutrientes y minerales.
Vitaminas:
Tanto un alimento como otro proporcionan altos niveles de vitamina B, llegando a ser una proporción ligeramente mayor en el arroz.
Las vitaminas B son importantes para convertir el alimento que ingerimos en energía, así como para el sano funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Sin embargo, sólo la patata contiene vitamina C. Esta vitamina antioxidante es necesaria para la creación del colágeno que se necesita para la formación de los huesos, los vasos sanguíneos, ligamentos y tendones.
Por tanto, en cuanto a vitaminas, nos quedaríamos con la patata como la opción más beneficiosa.
Macronutrientes:
Cada patata (de un tamaño mediano) horneada te proporciona 161 calorías y 3,8 gramos de fibra o lo que es lo mismo, 15% del valor diario de fibra aconsejado, aumentando este valor en el caso de que se mantenga la cáscara, ya que es un componente alto en fibra. Por otro lado, una taza de arroz blanco cocido contiene 205 calorías y sólo 0,6 gramos de fibra.
De modo que, al igual que con las vitaminas, nos quedaríamos con la patata como la opción mas saludable, ya que son más bajas en calorías y grasa y contienen más fibra, aportando aproximadamente la misma cantidad de proteínas que el arroz blanco.
Minerales:
Las patatas al horno contienen más minerales que el arroz. Cada patata con cáscara contiene más del 10% del valor diario recomendado de hierro, magnesio, fósforo y potasio.
El hierro es necesario para la formación de glóbulos rojos y para transportar el oxígeno; el magnesio para los nervios, músculos y la función del corazón; el fósforo para la formación de ADN; y por último el potasio puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos del sodio sobre los niveles de la presión arterial.
Por el contrario, una taza de arroz blanco te proporciona la misma cantidad de hierro que una patata al horno, pero sólo aporta pequeñas cantidades de otros minerales.
Por tanto, al igual que los dos anteriores, la patata cocida gana la partida.
Por todo ello, la recomendación es que la próxima vez que te pregunten si deseas una patata al horno o arroz con tu comida, opta por la primera si buscas la opción más saludable. Aunque tanto las patatas al horno como el arroz cocido son acompañamientos saludables para tu dieta, las primeras son más nutritivas que el arroz blanco, siempre y cuando no les añadas aderezos altos en grasa y calorías.