En el post de hoy hablaremos de los ocho principios que todo buen entrenamiento debe tener. Esto es básico ya que hace que nuestro rendimiento sea acorde con nuestro esfuerzo, que obtengamos buenos resultados, así como que evitemos lesiones innecesarias.
En primer lugar está el principio de sobrecompensación, consistente en aumentar las reservas funcionales, compensando en exceso la pérdida inicial provocada por una determinada carga (Estímulo/entrenamiento). Siendo por tanto la base por la cual se mejora el rendimiento físico y funcional del deportista.
En segundo lugar está el principio de individualización, en el que se establece que todo entrenamiento debe ir acorde a las características de cada persona, generando adaptaciones únicas en cada individuo. Algunas de las características que debemos fijarnos al concretar un entrenamiento u otro es la edad, sexo, hábitos deportivos, historial de lesiones, tipo de práctica físico-deportiva y nivel inicial de condición física entre otros.
En tercer lugar el principio de progresión, por el cual todo organismo necesita de un tiempo de adaptación. Las cargas y esfuerzos deben ir aumentando gradualmente.
En cuarto lugar el principio de continuidad, este es un pilar básico que no todo el mundo lleva a cabo y pretende obtener resultados en vano. Este principio cosiste en crear adaptaciones crónicas del organismo. Debemos ser regulares.
El siguiente principio es el de variedad. No existe ningún ejercicio, ni método o deporte, que por sí solo, sea absolutamente válido para conseguir la mejor prevención y desarrollo de los diferentes sistemas orgánicos. En tus entrenamientos debes combinar deportes, realizar ejercicios diferentes de fuerza y aeróbicos, así como cambiar la forma de realizar tus ejercicios. De hecho es recomendable cambiar la forma de entrenar cada 3 o 4 semanas, previniendo así de posibles lesiones, y además te mantendrá motivado, y mejorará la condición física más rápido que siempre haciendo lo mismo.
El sexto principio es de relación óptima entre carga y recuperación, consistente en realizar un periodo de recuperación entre carga y carga, para evitar el sobreentrenamiento.
El penúltimo principio es el principio de estimulo eficaz. Para que se produzcan adaptaciones, es necesario que la carga (estímulo) supere un umbral de intensidad “x” (en función del caso concreto).
Y por último está el de periodización, en el cual se establece que siempre hay que enfocar tu entrenamiento a largo plazo, realmente con el tiempo es cuando mejor se alcanzan los objetivos y de forma estable. ¡ánimo!