Las estadísticas aseguran que si una mujer joven se alimenta con una dieta rica en calcio a partir de los 35 años, o sea quince años antes que la menopausia, seguramente no sufrirá osteoporosis porque llegará a ese momento crítico con una masa ósea lo suficientemente fuerte.
Durante la etapa premenopáusica, a partir de los 48 años se deben consumir de 1.000 a 1.500 miligramos de calcio por día. Para tener en cuenta un yogur tiene 500 miligranos y un vaso de leche llega a 250. Al mismo tiempo, deberá acompañar la dieta con una serie de ejercicios para mejorar la salud de los huesos.
En los casos en los que se diagnostica esta enfermedad, la actividad física deberá realizarse con sumo cuidado debido a la fragilidad ósea, evitando saltos bruscos y flexiones muy agudas de la articulación de las rodillas, la cadera y al elongar la espalda.
No se olvide de tomar sol, porque los rayos ayudan a fijar el calcio en los huesos al aportar la vitamina D.