Para perder peso, no hace falta sujetarse a unas dietas estrictas, pues con una buena alimentación sana y equilibrada, podemos conseguir que nuestro cuerpo consiga su peso ideal. De esta forma, el organismo no sufrirá el efecto rebote que siempre ocurre cuando cambiamos la alimentación después de realizar la dieta. No hace falta pasar hambre, pues esto es un error, ya que la ansiedad, se va haciendo mayor y no podemos controlarla, cayendo al final en la tentación de comer todo aquello que no es conveniente. Hemos de saciarnos con fruta, verdura…de esta forma, el organismo irá perdiendo peso sin darnos cuenta y de manera sana y saludable.
El mejor aliado para esto, es el agua. Como mínimo se ha de beber de 1,5 a 2 l. al día. Un buen truco, es tomar el agua por la mañana tibia, de esta manera depura mucho mejor. A lo largo del día, sigue tomando a parte del agua, otros líquidos como zumos, caldos, infusiones… la hidratación, ayuda a eliminar las toxinas a través de la piel, a la vez, esta recupera un buen aspecto.
Legumbres, frutas y verduras, contienen un pequeño índice de glucemia, por ello, nos sacian y son ideales para las dietas. Un buen truco, es incluirlas frescas en la ensalada. Una ensalada con todo tipo de verduras, se convertirá en toda una alimentación de lo más completa. A ello, hemos de añadirle carnes blancas hervidas o la plancha.
El pan y la pasta, nunca hay que eliminarlos para perder peso, pues igualmente nos sacia. Con 200 mg al día es suficiente.
Fuente: linea y forma