Llega el verano y toca sacar fuera los pies que han sido escondidos y comprimidos durante los meses de invierno. Para que luzcan perfectos en un tiempo récord, aquí proponemos unos rituales para su presentación en sociedad, así como las claves para cuidarlos como se merecen.
1. Limpieza: la ducha diaria no es suficiente. Hay que dedicar unos diez minutos al día a los pies, una de las partes más castigadas del cuerpo. Los tenemos que poner en agua tibia, disolver una pastilla efervescente de menta (en venta en farmacias), añadir unas gotas de aceite esencial o aroma de romero y un jabón neutro. Es muy importante secarlos bien, sobre todo entre dicho y dicho.
2. Hidratación: pies, manos, rodillas y codos son las zonas del cuerpo que más hidratación precisan. Aplicaremos siempre una crema específica a la vez que nos hacemos un buen masaje en la zona plantar, sin olvidar los tobillos. Haremos también una exfoliación semanal y con la piedra pómez eliminaremos los callos.
3. Uñas: hay cortarlas rectas para evitar que se encarnen. Debemos limar bien, sobre todo las esquinas, y darles forma.
4. Esmalte: olvidarnos durante un mes de lucir unas uñas perfectas ya no es un sueño. Gelac es una laca de extrema actualidad que permite un esmaltado de larga duración con un brillo espectacular. El color se mantiene del primero al último día, no mancha, tiene una completa cobertura, se seca en tres minutos se elimina sin limón en un tiempo récord. Se aplica como un esmalte, pero dura como unas uñas de gel.
5. Color: este verano, la tendencia es tan amplia como un arco iris. Pasteles, el clásico rojo, cítricos, eléctricos… Es muy variada y perfecta para romper reglas: ya no está de moda llevar el mismo color en manos y pies. Y hay que combinar el esmalte con la ropa y el maquillaje, pero sin caer en el exceso. Peeling natural… ¡con peces! Es uno de los tratamientos podales más revolucionarios de la temporada. La ictioterapia es una peculiar técnica que permite eliminar las células muertas de la piel gracias a los peces Garraf Rufa, que se alimentan de pieles muertas. La sensación que se experimenta cuando estos anfibios se acercan a los pies es un leve cosquilleo. Se trata de un micromasaje sumamente agradable y cada sesión tiene una duración de 30 minutos.
Fuente: otra medicina