A 101 años del descubrimiento de la enfermedad de Alzheimer, la medicina aún no ha logrado una respuesta eficaz para contrarrestar sus efectos y se estima que en todo el mundo habrá más de 80 millones de personas con Alzheimer para mediados de este siglo.
Ayer se conmemoró el Día Mundial del Alzheimer, con más de 24.300.000 enfermos en todo el mundo, los especialistas en este tipo de enfermedades neurológicas y degenerativas se reunieron en cada país para discutir los avances en la lucha contra el mal. La enfermedad se manifiesta a través del deterioro cognitivo y los trastornos conductuales que se traslucen en una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las neuronas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.
Ante estos desafíos, la Alzheimers Disease International (ADI), una organización que agrupa a 75 asociaciones nacionales de enfermos, eligió el eslógan «No hay tiempo que perder» para este día mundial de lucha contra la enfermedad.
Claves para entender la enfermedad
- La enfermedad de Alzheimer es progresiva. Ataca al cerebro y genera, como consecuencia, limitaciones de la memoria, el razonamiento y el comportamiento. Es la cuarta de las principales causas de mortalidad entre los adultos, después de las cardíacas, el cáncer y la apoplejía.
- No conoce fronteras de índole social ni económica y puede afectar a hombres y mujeres por igual. La mayoría de las víctimas son mayores de 65 años de edad, pero puede atacar a los 40 o a los 50.
- Sólo con un estudio exhaustivo, minucioso e interdisciplinario, se puede arribar al diagnóstico probable.
Síntomas generales:
- Olvidos frecuentes.
- Fallas de atención y concentración.
- Distracciones significativas.
- Repeticiones.
- Se culpa a los demás por sus errores.
- Desgano, apatía, irritabilidad, nerviosismo, humor cambiante.
- Problemas de comunicación.
- Depresión.
- Pérdida de la autoestima.