Ya sea corriendo, haciendo un entrenamiento anaeróbico o en general cualquier deporte que requiera cierta forma física, tu cuerpo está sometido a un esfuerzo contínuo donde obviamente, no dispone de energía ilimitada para ello.
¿Qué queremos decir con esto? Al igual que una planta toma nutrientes de sus propias hojas cuando no los encuentra en las raíces, el cuerpo empieza a consumir nutrientes de sí mismo una vez se acaban las reservas rápidas almacenadas, y eso aunque significa quemar grasas, también significa llegar a un punto donde también se consume músculo. Sin que haga falta nombrar la falta de minerales, líquido y energía para funcionar al instante.
Por ello mismo, si te sometes a un gran ejercicio anaeróbico como puede ser una rutina de gimnasio, nada más acabar y sin esperar más de medio minuto, tómate una buena bebida isotónica para hidratar tu cuerpo, tomar azúcares imprescindibles y en general, reponerlo con minerales y energía rápida para evitar falta vital de nutrientes, lo que podría acarrear con incluso desmayos y bajadas de tensión.