La grasa es una de las principales preocupaciones de los seres humanos que se encuentran interesados en su dieta y también en su calidad de vida. No es que la grasa en sí misma sea perjudicial, lo que sucede es que su acumulación puede tener desenlaces fatales cuando llega a puntos más elevados de los que podrían ser recomendables.
Por este motivo es que existe una enorme cantidad de creencias relacionadas directamente con la grasa, y nosotros vamos a repasar algunas de las más importantes, como por ejemplo la que dice que la única forma de eliminarla es mediante el ejercicio físico. Esto es cierto mayoritariamente, aunque los expertos se encargan de aclarar que una persona que se la pasa en el gimnasio y no controla su dieta, puede eliminar mínimas cantidades de grasa y en efecto, no notará el cambio.
Otra cuestión muy difundida en torno la grasa es aquella en la que muchas personas caen cuando aseguran que la misma se encuentra “en los genes”. Lo cierto es que si bien la historia genética tiene mucho que ver con la cantidad y la distribución de la grasa en el cuerpo, no se trata de un factor que no pueda llegar a ser modificado mediante la realización de actividad física constante y una dieta equilibrada con mayor porcentaje de frutas y verduras.
Finalmente, llega un punto de la vida en el que muchas personas comienzan a decirse a sí mismas que la grasa es una cuestión de la edad. Lo que ocurre es que si bien el metabolismo se ralentiza a medida que envejecemos, la acumulación de grasa sólo se relaciona en una pequeña parte con este avance del tiempo. Así, la persona que realice ejercicio físico entre los 50 y 75 años tendrá mucha menos grasa acumulada que un par de su misma edad que permanezca en el sedentarismo.