Un dispositivo que nos detalle el estilo de vida que llevamos (sedentario, activo, atlético, equilibrado,..) puede resultar algo nuevo y atractivo, pero no se trata de un factor de cambio por sí mismo. Si somos amantes de la tecnología sin duda nos sentiremos atraídos por ello, si a eso le sumamos un deseo latente de mejorar el estado de forma o de realizar un giro a nuestro estilo de vida sin duda nos tentará la idea de adquirirlo con el pretexto de utilizarlo como empuje para dar ese paso al frente.
Estos dispositivos cuantificadores, o medidores de la actividad, se han vuelto muy populares en los últimos años, pueden medirte desde las pulsaciones que es lo más básico, hasta la calidad del sueño, en cuanto a tiempo de sueño ligero y profundo. Puede parecer un detalle sin importancia, pero monitorizar el descanso sirve para detectar cómo nos afectan las perturbaciones externas y su influencia en gran medida en nuestra actividad diaria, ya que el descanso es primordial para un cuerpo sano.
La recopilación de datos en estos dispositivos es manual por parte de los usuarios. Por ejemplo, algo que también se mide es la alimentación o las horas de gimnasio.
Estos dispositivos no son únicamente para deportistas de alto nivel, hay de todo tipo, y algunos son muy fáciles de usar. Por ejemplo destaco, Jawbone UP y FitBit Flex, que son dos apps aptas tanto para Android como iOs, que disponen de las funcionalidades comentadas, captura de movimiento, monitorización del sueño más, un sistema de control de dieta a través del registro de alimentos. Y además todos estos datos se visualizan a través de representaciones gráficas.
No obstante, hay que decir que estos instrumentos no sirven por si solos, no son algo mágico, para que realmente tengan utilidad el usuario tiene que tener ánimo de llevar una vida equilibrada, de seguir las instrucciones que le plantean tales mecanismos.
