Asocia la estimulación manual vigorosa del vientre muscular (pinzando) a la contracción muscular que voluntariamente realiza el paciente. Durante las manipulaciones ha de procurarse evitar el recorrido articular o que éste sea mínimo. Se asemeja en cierto modo a las técnicas de stretching.
Se aplica perferentemente a músculos lesionados y en general siempre que existe un déficit muscular o músculos paréticos.
La pinza que se realiza sobre el vientre muscular ha de permitir elevarlo y despegarlo del plano óseo subyacente. Posteriormente se reliza una torsión para a continuación solicitar del paciente una contracción muscular que obligue a que el músculo «escape» de la pinza a que estaba sometido.
Realizada una pausa de unos segundos se repite la maniobra. Se trabaja hasta el límite del dolor. El pinzado se repite unas 10 a 12 veces.