Cuando empezamos a ir al gimnasio, intentamos absorber todo lo que nos rodea. Vemos a las personas que tienen más entrenamiento encima para ver de qué modo entrenan, además de prestar atención al entrenador del establecimiento y demás. Sin embargo, lo fundamental en este sentido es estar atento al modo en el que se desenvuelven las personas allí en relación a la bebida, y verás una cosa muy particular: todos andan con una botella de agua en la mano.
El caso es que es imposible esperar buenos resultados en el gimnasio si no realizamos la hidratación necesaria, y por eso, en este caso, queremos enseñarte algunos consejos sobre el beber que debes tener en cuenta en tus primeros tiempos yendo al gimnasio, para que luego queden incorporados y ya no vayas a olvidarlos.
Lo primero a tener en cuenta, entonces, es que la hidratación comienza en la casa, antes de ir al gimnasio. Sobre todo en esta época de verano, es importante que estemos bien hidratados todo el día, ya que el agua es de hecho un pilar fundamental para nuestra hidratación. De todos modos, recuerda que siempre puedes complementarla con unas cinco porciones de frutas y verduras diarias, que te ayuden a sumar líquido no en estado puro.
Además, debes considerar que una vez dentro del gimnasio, la necesidad de hidratación es más importante aún, a partir de que se está en un ambiente con demasiada gente, por lo cual se genera mucho calor y es como si estuviésemos en un sauna. Si a eso sumamos una actividad aeróbica está más que claro que tenemos que tomar al menos un litro de agua mientras permanezcamos dentro del centro de entrenamiento.
Por otro lado, tienes que considerar que incluso los días de descanso en los que no vayas al gimnasio también debes hidratarte perfectamente, más que nada si quieres salir a hacer running y lo que sea. Aunque algunos gimnasios cierran en verano en torno al mediodía, si el tuyo permanece abierto te recomendamos que recién vayas luego de las cinco de la tarde, para evitar los golpes de calor.