Entre todos los deportes que podemos llegar a realizar, y que evidentemente tienen un efecto beneficioso sobre nuestra salud, uno de los que cuenta con menos popularidad es el longboard, aunque en algunas grandes ciudades occidentales ya cuenta con sus propios adeptos, en la mayoría de los casos jóvenes de entre 15 y 30 años.
En cuanto a la historia del longboarding, debemos destacar que su cultura surgió de la mano del surf, allá por la década del ´50 del siglo pasado, con especial impulso en las costas del estado norteamericano de California, donde también había surgido el otro deporte, ya que se trata de un terreno que cuenta con las colinas apropiadas para esta práctica.
Hay que destacar en primer término, cuando hablamos del longboard, que la idea de su existencia está relacionado en principio con el skateboard, aunque se trata de una variante que utiliza una tabla más larga de lo habitual, y por eso su nombre traducido. Por lo general, este elemento se usa para bajar cuestas más o menos empinadas, hacer slalom en calles lisas, o también para derrapes, siendo un medio de transporte en algunos casos.
Aunque uno nunca haya visto un longboard, podrá darse cuenta fácilmente de qué se trata porque las tablas por lo general miden entre un metro y un metro y medio, motivo por el cual son bastante llamativas, y por lo general logran que la persona que las utiliza realice un mayor desgaste físico, al ser más difícil lograr el impulso que las mueva.
Finalmente, hay que señalar que existen muchas variantes del longboarding, entre las que podemos mencionar algunas como el carving, el sliding, el downhill, el cruising, el slalom que ya mencionamos antes por ser propio de otros deportes, el pool, el dancing, el free ride, y por último, el freestyle, que proviene directamente del skateboard.