¿No sabes qué comer cuando sientes hambre sin salirte de tu dieta y sin sumar calorías que no le sirvan para nada a tu organismo?, la solución a este gran dilema: las frutas.
El consumo de 2 o 3 frutas diarias es recomendable para una alimentación saludable y equilibrada, siendo una perfecta colación que puede ubicarse entre las comidas principales (almuerzo y cena) o antes o después de tu merienda o desayuno, armándonos de un plan alimentario que conste de 6 comidas diarias, de modo de no llegar con hambre a ninguna ingesta, siendo cautelosos con las calorías y calidad de los productos que consumimos.
Afortunadamente tanto en verano como en invierno podemos encontrar una gran variedad de frutas de estación, ricas, refrescantes y nutritivas, al alcance de nuestra verdulería más cercana o incluso comprándolas enlatadas durante todo el año.
Ejemplos y propiedades
El ananá; forma parte de los alimentos de color amarillo, lo cual implica una fuente de prevención para el cáncer, problemas del corazón y la visión. Es rico fundamentalmente en vitamina C y en fibra. Cuenta con minerales como potasio, magnesio, yodo, cobre y manganeso y con una enzima llamada bromelin, colaboradora en metabolizar los alimentos.
La ciruela, por su parte, previene el cáncer, problemas urinarios, y de vasos sanguíneos, así como resulta antinflamatoria. Por otra parte, gracias a su alto contenido en fibra, son útiles para el estreñimiento.
La sandia; aporta gran cantidad de agua por lo que es recomendable en problemas renales o de las vías urinarias. Resulta antioxidante y previene enfermedades del corazón así como contribuye al buen funcionamiento de la memoria.
El durazno protege nuestra salud visual y disminuye el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Tiene propiedades diuréticas, laxantes y antioxidantes.
Las uvas, son desintoxicantes, diuréticas, anticancerígenas, antidepresivas, permiten mantener joven la piel y combaten las bajas defensas.