La reflexología, es una técnica que consiste en equilibrar los órganos internos a través de puntos localizados en la planta del pie, las palmas de la mano y algún que otro punto más del cuerpo.
Esta práctica milenaria, entiende las enfermedades como desequilibrios en algún sistema y por medio de masajes y presiones en ciertos puntos, se corrigen estos desequilibrios.
La más usada y extendida, es la reflexología podal, esta se trabaja de varias formas para hacer las correspondientes presiones. A través de los dígitos, máquinas vibradoras, rodillos… aplicándole complementos como esencias, cremas…todo ello depende del que la practique.
Las dolencias que más se tratan son las de problemas de huesos y estrés.
Hay que tener en cuenta que esta terapia no puede sustituir un tratamiento médico, solo es complementaria para mejorar más rápidamente.
Algunos de los beneficios que se obtienen a través de esta técnica son:
-reducir el estrés, proporcionando bien estar y relax
-mejora la circulación de la sangre, consiguiendo con ello, una mejor oxigenación del cuerpo y distribución de los nutrientes
-alivia tensiones y dolor
-estimula las partes que no tienen el movimiento necesario
-relaja las partes que ejercen demasiado movimiento
-mejora la eliminación de desechos del organismo
-consigue armonía en todo el movimiento corporal
-da vitalidad y energía
-estimula la creatividad y productividad, muy beneficioso para el trabajo del día a día
-equilibra el esqueleto, la respiración, digestión…
Su historia se remonta a 5000 años de antigüedad y fue utilizada por culturas como la egipcia, china y japonesa como los principios de la medicina.
Fuente: linea y forma