Así como mencionamos siempre lo importante que resulta el entrenamiento, y al mismo tiempo, cómo es imposible lograr grandes resultados sin que el cuerpo se someta a un período de descanso correspondiente, en este caso queremos volver a señalar que sin un calentamiento previo o precalentamiento, como se le suele llamar, podemos llegar a provocarnos algunas lesiones que luego sean complicadas de superar.
El caso es que cada vez que nosotros vayamos a hacer un esfuerzo físico, debemos tener en cuenta que existe una necesidad biológica de anunciarle al cuerpo que vamos a entrenar. Es por eso que tenemos que tomarnos unos diez o quince minutos, y no vayas a creer que se trata de un período sin importancia, sino que puedes estar meses sin entrenar por culpa de no haberte tomado unos minutos para calentar.
Hay que destacar, de la misma forma, que este calentamiento previo se ha vuelto tan relevante en una sociedad que muchas veces sólo se fija en los resultados y no en los procedimientos, que para que sea tenido en cuenta, se le ha comenzado a llamar en algunos sitios como “acondicionamiento físico neuromuscular”, y básicamente la idea es que acondicionemos el cuerpo para la exigencia que se le viene encima.
Los expertos señalan además que este calentamiento previo es importante para preparar a los músculos, articulaciones y ligamentos para una carga mucho más fuerte. Pero por otro lado, el precalentamiento depende también del entrenamiento posterior que vayamos a realizar, aunque en casos normales, para entrenar entre una hora y hora y media, unos diez o quince minutos son suficientes.
Además, considera que las zonas de enfoque del precalentamiento también varían de acuerdo con los ejercicios, y por eso siempre debes charlar con tu profesional encargado del gimnasio o del club donde entrenas, acerca de una buena rutina que incluya un calentamiento previo.