Siempre recalcamos, desde este espacio, la suma importancia que la realización de actividad física tiene para los más pequeños, increíblemente, y por extraño que parezca, incluso por encima de la necesidad de una dieta equilibrada. Sin embargo, para que realmente lleguen a interesarse en la posibilidad de acceder a distintos tipos de entrenamiento, la incentivación debe comenzar desde casa y la escuela, concretamente en este último caso, a través de la educación física.
Es por este motivo que la educación física se plantea como un elemento sustancial en la vida de los más pequeños, considerando que allí hacen sus primeras armas en relación al deporte, pero que también tiene que servirles para entender el rol que los distintos juegos poseen como actividad física integral para el cuerpo, además de lo interesante y saludable que es el poder jugar en equipo, con todos nuestros compañeros.
De esta forma, para poder llegar a mayores conclusiones, debemos afirmar en primera instancia, que “la educación física es más que hacer ejercicio”, algo que es fundamental para entender hasta qué punto es necesario estar atentos a que nuestros hijos, en la escuela, hagan mucho más que sólo jugar a distintos deportes, entendiendo el deporte como una práctica global.
En este sentido, se estipula, de parte de los especialistas en la materia, que la educación física, es la primera forma que tenemos de adentrar a los más pequeños en lo que es una alimentación cuidada, además de los elementos que hacen que el deporte sea sano, cómo evitar lesiones en el caso de que, por su cuenta, realicen entrenamientos de fútbol o el deporte que más les agrade, y finalmente, para enseñarle elementos claves que hacen a la vida a partir de una práctica de este tipo. De hecho, está claro que todo lo aprehendido en estas instancias, sirve para el resto de la vida.