En el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, este mes de octubre, se reaviva el debate sobre la importancia del cuidado de la salud mental, especialmente en el ámbito deportivo. Desde ITW Sport, un programa de formación deportiva, defienden que el deporte, si se gestiona correctamente, es un gran aliado de la salud mental. Sin embargo, también advierten que puede convertirse en el peor enemigo de los deportistas si no se atienden adecuadamente sus necesidades emocionales.
Los datos publicados por el Comité Olímpico Internacional en 2023 son alarmantes: el 33,6 % de los atletas de élite sufren problemas de ansiedad y depresión, y un 26,4 % enfrenta serios problemas de salud mental tras retirarse. Casos como los de Paula Badosa, Simone Biles o Michael Phelps han destacado la relevancia de este tema. Badosa, reconocida tenista, ha hablado abiertamente sobre su lucha contra la depresión, confesando que «la ansiedad me superaba». Phelps, por su parte, relató cómo la presión lo llevó a un punto límite, afectando gravemente su salud mental.
El deporte como herramienta de apoyo
Para las escuelas y academias deportivas, el bienestar mental de los jóvenes deportistas ha pasado a ocupar un lugar prioritario. Alessandro Mariani, coach de rendimiento y salud mental en ITW Sport, enfatiza que la prevención es clave: «Los deportistas deben aprender desde jóvenes a gestionar las expectativas y el estrés, ya que esto influye directamente en su rendimiento y bienestar general».
Los deportistas jóvenes se enfrentan a una gran presión por parte de entrenadores, padres y ellos mismos, lo que puede generar ansiedad y miedo al fracaso. Además, el desafío de equilibrar sus responsabilidades académicas, personales y deportivas puede llevar al agotamiento mental. Las academias, cada vez más, están atentas a posibles signos de alerta, como cambios en el comportamiento, aislamiento o pérdida de interés en el deporte.
El papel de los padres en el bienestar mental
Desde ITW Sport también se resalta la importancia del papel de los padres. Ellos pueden proporcionar un entorno seguro donde los jóvenes deportistas puedan expresar sus preocupaciones sin temor a ser juzgados. Es fundamental que los padres valoren el esfuerzo por encima de las victorias y prioricen el bienestar emocional y físico de sus hijos sobre los resultados competitivos.
La creciente conciencia sobre la salud mental en el deporte ha llevado al desarrollo de nuevas metodologías de enseñanza que buscan equilibrar el rendimiento con el bienestar emocional. Estas metodologías permiten a los jóvenes deportistas desarrollar herramientas para manejar la presión sin sacrificar su salud mental.
El modelo SFERA: un enfoque integral
Una de estas metodologías es el modelo SFERA, que se enfoca en cinco factores clave del rendimiento: Sincronía (conexión entre cuerpo, mente y entorno), Fuerza (capacidades físicas, técnicas y mentales), Energía (gestión emocional), Ritmo (fluidez en los movimientos) y Activación (automotivación y disfrute). Alessandro Mariani, coach certificado en este modelo, explica que “el coaching basado en SFERA enseña a los deportistas a dominar su desempeño, gestionar sus emociones y optimizar sus respuestas ante situaciones de presión, logrando un rendimiento más consistente y equilibrado”.
Un enfoque de largo plazo
Estas nuevas estrategias no solo mejoran el rendimiento deportivo, sino que también protegen la salud mental de los jóvenes a largo plazo, preparándolos para enfrentar los desafíos de una carrera en el alto rendimiento. Al enfocarse en el desarrollo de habilidades emocionales y de gestión del estrés desde una edad temprana, los jóvenes deportistas adquieren herramientas clave para una vida deportiva más saludable y equilibrada.