La gimnasia acuática es una de las alternativas más firmes que tienen todas aquellas personas que quieren realizar algún tipo de entrenamiento, con constancia y resultados a la vista, pero que por otro lado, pretenden reducir al mínimo el impacto que el mismo pueda producir sobre su cuerpo, ya sea por lesiones anteriores, o simplemente por dolores musculares que se han acumulado con el devenir de los años.
De igual modo, aunque pedalear en una bicicleta estática, correr o caminar son prácticas muy interesantes para nuestro organismo, no podemos dejar de señalar que la tensión del cuerpo es realmente superior a cuando realizamos movimientos muy parecidos dentro del agua, ya sea en una pileta climatizada, o a temperatura ambiente.
En este sentido, hay que señalar que una serie de estudios recientes, desarrollados por el Instituto del Corazón de Montreal, Canadá, ha indicado que las personas obtendrían los mismos beneficios al desarrollar sus actividades físicas dentro del agua, pero que la percepción de ésta, y las características del medio, eliminarían cualquier posibilidad de sufrir lesiones, disminuyendo el impacto, como explicábamos anteriormente.
Para poder obtener estos resultados, los expertos colocaron una bicicleta fija pero dentro de una pileta, de forma tal que la persona realizar su ejercicio físico de modo completamente natural, pero sumergida hasta la mitad del pecho. De esa forma pudieron comprobar que acababan realizando la misma cantidad de ejercicio físico que si lo hubieran hecho fuera del agua, aunque con menos dolores, y menos fatiga en general.
Otro elemento sobre el que no estaban seguros los expertos pero que fue confirmado a partir de esta serie de experimentos, se encontraba relacionado con las cantidades de oxígeno que la persona requería al realizar el ejercicio dentro del agua, ya que se suponía que estaríamos en presencia de unas mucho mayores a fuera de este medio, aunque las investigaciones han marcado parámetros muy semejantes para ambos casos.
