Aunque evidentemente deberíamos cuidar de los alimentos que ingerimos y de la actividad física que realizamos durante todo el año, existen períodos muy concretos, como por ejemplo las fiestas que están a punto de llegar, en los que nos descuidamos más que de costumbre. Por eso, te traemos algunos interesantes consejos y datos para que tengas en cuenta antes de exponerte a todo tipo de celebraciones.
Lo primero que deberás tener en cuenta, entonces, es que si hace tiempo que piensas realizar modificaciones en tu estilo de vida, la Navidad puede ser un buen punto de partida, y no sólo tienes que pensar en la chance de comenzar una rutina en el gimnasio, o de comer más frutas y verduras y menos dulces, sino también cambiar la forma en la que te manifiestas con tus seres más cercanos, para de ese modo beneficiarte en todos los sentidos posibles.
De hecho, como en muchos casos se trata de una época que conlleva además con el estrés que produce salir de compras, cocinar y dejar todo preparado para los festejos, además de los viajes en algunos casos, no podemos dejar de recomendarte que tengas especial cuidado de no modificar tus hábitos y estilos de vida en este tiempo, que luego te pueden ser difíciles de recuperar.
Además, debes considerar cuidar de ciertos aspectos que también hacen a la forma en la que te sientes, como por ejemplo dormir las horas necesarias, evitar las discusiones familiares y compartir las responsabilidades, que muchas veces suelen ser dejados de lado, sobre todo por las personas que tienen una familia entera a cargo, y que a la larga se traducen en una acumulación de estrés realmente dañina para tu salud.
Incluso, los excesos con el alcohol son otro de los riesgos que se suman a los que de por sí tenemos en esta época del año, y por eso conviene siempre que estemos atentos, además de que pueden resultar fatídicos si luego tenemos que manejar de camino a casa. En fin, que la Navidad y el fin de año sean un motivo más para cuidarte, y no una excusa para salirte de tus alimentos necesarios.