Según ha demostrado un estudio realizado de forma reciente por la Universidad de Edimburgo, en Escocia, la actividad física, de cualquier tipo, podría ser fundamental a la hora de evitar el encogimiento cerebral y otros signos vinculados a la demencia, de modo que estamos ante un beneficio más de los tantos que el deporte ofrece al organismo humano en este tipo de situaciones, con el avance de los años.
Concretamente, si tenemos en cuenta todas las conclusiones que plantea este estudio desarrollado por la cadena BBC, de Londres, podemos manifestar que aquellas personas, que tienen una actividad física constante, combinando sus formas aeróbica con anaeróbica, presentan menores posibilidades de sufrir una disminución en el tamaño del cerebro, que se produce de forma natural con el correr de los años.
Sin embargo, el estudio también ha servido para desmitificar algunas otras cuestiones que normalmente se relacionaban con esta intención de evitar la disminución cerebral. De hecho, se ha creído durante muchos años que la realización de distintos crucigramas y elementos que ejerciten la memoria, podía contribuir a este aspecto, aunque ahora se ha corroborado que no es así.
Para desarrollar la investigación, en tanto, se han realizado una serie de pruebas durante tres años, sobre un total de 638 personas mayores de 70 años. Mediante esta fórmula, se comprobó que la actividad física puede relacionarse directamente con una menor atrofia cerebral. Eso es posible de saber a través de un estudio de la materia blanca, que es la que se encarga de la transmisión de los mensajes en el cerebro.
“Las personas de 70 años que realizaban más ejercicio físico, incluida una caminata varias veces a la semana, mostraron menos encogimiento cerebral y otros signos de envejecimiento del cerebro que aquellos que eran menos físicamente activos”, han manifestado al respecto los propios realizadores del entrenamiento.