El ginkgo biloba se ha convertido en una poderosa aliada del sistema circulatorio. Esta planta de poder milenario para el cuidado de la salud tiene su origen en el extremo oriente. Actualmente es cultivada en China, Japón, Estados Unidos y en muchos países de Europa.
Es un árbol que pertenece a una de las especies más antiguas del planeta, data de 190 millones de años y sus numerosas propiedades han sido utilizadas por los chinos como medicina.
Los avances de la ciencia dieron como resultado investigaciones que descubrieron gran cantidad de beneficios que esta vieja planta tiene para la salud.
Del ginkgo biloba se utiliza el extracto de las hojas que se recolectan en otoño y una vez secas, se trozan para conservar y luego usar. Contiene flavonoides, ginkgolidos, bilobalidos y diversos compuestos con sustancias antioxidantes.
Se le atribuyen propiedades estimulantes de la circulación, vasodilatadoras, venotónicas, antitrombóticas (anticoagulantes) y antiinflamatorias.
Mejora el flujo sanguíneo y también es utilizada para cuadros de insuficiencia cerebral leve como la pérdida de memoria, dificultad para la concentración, confusión, falta de energía, dolor de cabeza o disminución de la capacidad intelectual por mala irrigación.
Sepa siempre que es importante consultar a su médico, antes de automedicarse.