Casi nadie puede resistirse a los refrescos, y menos aún en verano que están por todas partes y vienen muy, muy pero que muy bien para rebajar el enorme calor de algunas zonas del país. Ahora bien, la pregunta es… ¿cómo tomarlas?
A la hora de pensar en refrescos azucarados y bebidas carbonatadas, hay que saber que tienen mucha azúcar y que por ende, un consumo excesivo de las mismas puede provocar un aumento considerable de peso, si se toman de manera regularmente y en exceso.
Por ello, si no quieres reducir a ellas pero sí mantener tu figura, piensa en dosificarlas a lo largo del día y tomarlas en los momentos adecuados del día. Nosotros, te proponemos algunos momentos:
- Por la mañana. Cuanto antes tomes los nutrientes energéticos durante el día, tendrás menos tendencia a coger peso. Esto es porque según va avanzando el día el cuerpo va necesitando menos energía, y por ello tomar mucha azúcar o estas bebidas cuando te quedan unas cinco o seis horas para dormir, es más «problemático» que hacerlo durante la hora de la comida, por ejemplo.
- Si haces ejercicio o sales a caminar, tómalas cuando lleves un buen rato practicando. Es decir, si sales a caminar al monte en una ruta de senderismo, tómate una cuando pase aproximadamente media hora. Tu cuerpo te estará pidiendo energía, y no utilizará el azúcar como almacenamiento de grasa.
Estos son sólo alguno de los consejos más prácticos para el día a día, que si los pones en práctica tu cuerpo lo tendrá un poco más difícil para aumentar de peso, si es lo que tratas de evitar.