Los beneficios del ejercicio físico, muchas veces, no son visibles sino hasta un tiempo después de que hemos comenzada la rutina de entrenamiento, especialmente en el plano orgánico, ya que de forma mental podemos acceder a cambios a las pocas horas de empezado el nuevo plan de acondicionamiento físico. Sin embargo, en el caso de las mujeres, un grupo de científicos ha descubierto que sus posibilidades de placer, incluso, aumentan notoriamente en estos casos.
Es así que Debby Herbenick, coautora del estudio y codirectora del Centro de Fomento de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana, en los Estados Unidos, ha explicado que luego de sus relevamientos a nivel internacional, el ejercicio físico intenso puede llegar a causar, en algunas mujeres, lo que se denomina “coregasmo”, es decir, un orgasmo asociado directamente con la actividad física.
Aparentemente, y de acuerdo a lo que señala esta especialista junto con su grupo de trabajo, la aparición de un coregasmo podría verse sucedida debido a la realización de ejercicios que involucran a los músculos abdominales centrales, los cuales en inglés son denominados “core”, palabra de la que obviamente deriva luego esta idea central.
Para poder llegar a esta conclusión, los expertos trabajaron de forma reciente con 350 mujeres, de 18 a 63 años de edad, y llegaron a comprobar que los abdominales causaban el 51% de los orgasmos inducidos por la actividad física, por encima de otras actividades, como por ejemplo el levantamiento de pesas, el yoga o el ciclismo, que en ese orden completaban los más “buscados”.
“Estos datos son interesantes porque sugieren que el orgasmo no es necesariamente un evento sexual”, ha explicado en tal sentido la propia Herbenick, aunque la misma especialista ha detallado que aún resta saber con qué frecuencia se puede producir este tipo de fenómeno en las mujeres, y si incluso es posible inducirlo de forma constante.