Según un reciente estudio realizado por el Departamento de Medicina de la Universidad de Palermo, en Italia, se pudo demostrar que la realización continua de ejercicio físico regular, mejora “la respuesta de las vías respiratorias de los pacientes asmáticos”, como los realizadores del informe han explicado en la “IX Reunión Controversias y Novedades en Alergia” llevada adelante en las últimas horas.
“La actividad física se comporta como un poderoso estímulo fisiológico broncodilatador y broncoprotector”, ha resaltado en este sentido el doctor Nicola Scichilone, profesor de Enfermedades Respiratorias en la institución antes mencionada, lo que sería una prueba más para la ciencia de los muchos beneficios que el deporte posee para el ser humano.
De hecho, se considera al respecto que, en los próximos años, será posible que al diagnosticarse el asma, los médicos de todo el mundo apuesten directamente por recomendar a sus pacientes que comiencen una rutina de entrenamiento relacionada particularmente con su cuadro, que les permita combatir el mismo de una forma eficaz y relativamente rápida.
Se plantea entonces el ejercicio físico como “una intervención no farmacológica para la prevención y el tratamiento de los síntomas asmáticos”, aunque “serán necesarios más estudios que determinen la frecuencia e intensidad óptimas para inducir cambios significativos en la respuesta bronquial”, de acuerdo a lo que el mismo especialista ha señalado, siendo una interesante alternativa en cualquier caso.
Por otro lado, y en cuanto a los casos de asma inducida por la actividad física, algunos otros de los exponentes del encuentro han señalado que deberán realizarse estudios complementarios al respecto, prestando atención tanto a la historia clínica del paciente, como así también a su historial en el entrenamiento. De cualquier forma, nos encontramos frente a una nueva serie de elementos que podrían significar la utilización definitiva del deporte en la lucha contra el asma.
