Está comprobado. Apuntarse al gimnasio con un amigo o familiar es mucho más motivante, y es fácil que uno convenza al otro para ir.
Tirando del otro cuando la pereza empieza a aparecer. Además, el decir siempre puedes estar acompañado:
-Las actividades dirigidas son una buena manera de sentirse parte de un grupo. En las clases se acaba creando un ambiente de complicidad y diversión muy sano.
-En las salas de fitness y musculación encontrarás técnicos que te pueden asesorar y animarte a seguir, y personas con las que podrás compartir tus avances, dudas…
-Un EP (entrenador personal) es también una especie de compañero de entrenamiento, y con la modalidad de EP Team, disfrutarás de los beneficios de un entrenador combinados con el hecho de trabajar en grupo. Y si es gente que tiene más experiencia, podrás aprender muchas cosas sobre la práctica deportiva.
Fuente: vitonica