Uno de cada tres adolescentes, un 35,5 por ciento, no realiza ejercicio físico en su tiempo libre, aunque el porcentaje asciende al 70,5% en la franja de edad que comprende a los jóvenes de 13 a 15 años, según se desprende de los datos de un estudio cuyos resultados se han presentado en la I Conferencia sobre Prevención y Promoción de la Salud en la práctica clínica en España celebradada en Madrid en el mes de junio.
En esta investigación participaron 1.020 niños en Castilla-La Mancha y los datos revelan que el 33.6 por ciento de ellos presenta un exceso de peso. Además, los autores de este trabajo comprobaron que la ingesta de alimentos era superior a la recomendada, especialmente la de dulces, que los niños ocupan gran parte de su tiempo libre viendo la televisión y jugando con el ordenador en detrimento del deporte y la actividad física. Esta tendencia a la vida sedentaria se acentúa a partir de los 5 años «de forma progresiva a medida que el menor va cumpliendo años».
Para el miembro de la Sociedad Castellano Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria (SCAMFYC), Fernando Salcedo, «no hay duda de que el sobrepeso y la obesidad son muy prevalentes entre los adolescentes» y que en dicho problema tiene «un peso importante» la falta de ejercicio físico en el tiempo libre de la población infantil.
En otro estudio presentado por este experto, un total de 1.119 niños de cuarto y quinto curso de educación primaria realizaron tres sesiones semanales de 90 minutos de duración, con 60 minutos de ejercicios de resistencia aeróbica, 15 minutos de flexibilidad y otros 15 de fuerza resistencia.
El resultado fue que se consiguió reducir en un 6 por ciento la prevalencia de sobrepeso y obesidad (pasando del 33.2% al 27,1%): un 6% en las niñas y un 2% en los niños. Según el doctor Salcedo, esto pone de relieve que la actividad física es «efectiva no sólo para reducir el sobrepeso y el colesterol, sino también para que los niños tengan un mayor rendimiento y menos limitaciones«.
Por ello, el objetivo ha de ser inculcar cuanto antes en los más pequeños la actividad física como un hábito diario en su vida, ya que así será «más fácil que mantengan la realización de esta actividad en la edad adulta y se evite la obesidad«.