Las partes más difíciles del cuerpo para mantenerse en forma, son: brazos, abdomen y glúteos.
Estas zonas, se vuelven flácidas en seguida y necesitan de mucha ejercitación para mantenerlas en su lugar.
Para obtener unos buenos resultados, hemos de trabajar mucho, pues todos los cuerpos tampoco son iguales y no se cambian por arte de magia. Nunca hay que rendirse y te proponemos unos cuantos ejercicios que te pueden ayudar a mantener estas difíciles partes de mantenimiento.
Los brazos se convierten en alas de murciélago si comienzan a caer, para evitarlo, hemos de tonificarlos. En casa también podemos contar con algún ejercicio, así no tenemos excusa para ir al gimnasio. Las flexiones son lo más recomendado para esta zona. Colócate boca abajo y levanta el cuerpo con firmeza, esto ejercita los brazos. Al principio, puedes hacerlo con las rodillas flexionadas y poco a poco, irás adquiriendo resistencia hasta estirar completamente las piernas. Otro ejercicio de brazos, es el que trabaja el tríceps, músculo situado en la parte posterior del brazo. Para este ejercicio, se flexionan las rodillas (sentado) y con una pesa en la mano, se estira y encogen las extremidades.
En cuanto al abdomen, es la parte de la que más no quejamos, es la primera que crece al subir de peso y a la que le echamos la culpa de la “pancita”. Si nos miramos al espejo, observamos que nuestra panza, en realidad, es plana, lo que cuelga es la parte del abdomen, la cual, se arregla con ejercicio. Lo más indicado para esta zona, son los ejercicios que conforman el Pilates.
Los glúteos o zona del trasero, se trabaja de forma diaria de una manera muy sencilla, simplemente subiendo y bajando escaleras o caminando. Un buen ejercicio y muy básico, es de pie, con las piernas estiradas, lleva la pierna hacia atrás y hacia arriba, alternando cada vez unas 15 repeticiones aproximadamente.
Fuente: nosotras