Este método estimula mediante masajes la capacidad de transporte de las vías linfáticas que recorren todo el organismo. La linfa está conformada por una cantidad de sustancias, células, líquido y proteínas, que están en el espacio extra – celular. El drenaje linfático no trabaja específicamente sobre los adipositos. Ayuda al retorno de los líquidos que se encauzan hacia el sistema venoso y linfático.
Parte de lo que la sangre se va por el sistema linfático. Existe una íntima relación entre el sistema sanguíneo y el linfático, y si el linfático está lento comprime las venas y enlentece el sistema sanguíneo.
Cuando hay una circulación sanguínea deficiente, se producen los edemas, lo que comúnmente llamamos retención de líquido en los tejidos. Al fallar los mecanismos de drenaje, estos líquidos permanecen acumulando toxinas y metabolitos que proviene del metabolismo celular. Con el tiempo el cuadro evoluciona formado fibroesclerosis que invade progresivamente el tejido conectivo envolviendo adipositos y estructuras capilares. Así se forman nóludos que comprimen los pequeños vasos linfáticos y las pequeñas venas, impidiendo la eliminación de líquidos retenidos en el espacio intersticial. Este ciclo acelera la formación de más nódulos, que obstruyen las terminaciones nerviosas provocando dolor y las ondulaciones conocidas como piel de naranja.
