Dentro de todos los deportes que podemos llegar a considerar interesantes a la hora de pensar en el cuidado de la salud, debemos tener en cuenta que son aquellos que podemos considerar como “dinámicos”, los que ofrecen a nuestro organismo la posibilidad de prepararse mejor a fin de evitar enfermedades futuras y otros problemas semejantes, por lo que a continuación vamos a analizarlos.
Por ejemplo, hay que tener en cuenta que los principales deportes dinámicos que podemos llegar a aconsejar, son aquellos como la carrera de larga distancia, la natación, el tenis o el fútbol, que le permiten a la persona tener un desgaste aeróbico suficiente como para de ese modo mejorar la adaptación del corazón al paso del tiempo, y afirmando la posibilidad de evitar enfermedades en el futuro.
El problema, por otro lado, son los deportes que exigen un alto componente tanto estático como dinámico y, por tanto, pueden convertirse también en peligro, sobre todo si se padece alguna patología del corazón, o si en la familia existen antecedentes al respecto, como por ejemplo el ciclismo, el triatlón o el remo, que debemos llevar a cabo sólo bajo extensos cuidados médicos.
Pero además, es importante tener conciencia de la intensidad y el volumen de actividad que se realiza, ya que muchas veces en cuestiones como éstas radica la diferencia entre un ejercicio que realmente se presenta como beneficioso para el cuerpo, en contraposición con uno que sólo pone en riesgo nuestras vidas.
Finalmente, no podemos dejar de lado que, según una clasificación de publicada en Journal of the American College of Cardiology, los deportes se clasifican en función de la cantidad de oxígeno consumido, lo que determina el parámetro de dinámico, y el porcentaje de fuerza máxima utilizada en su realización, es decir, el componente estático. A mayor esfuerzo del primero, mejor para el corazón, siempre dentro de límites normales.