Cuando alguien empieza a entrenar de pronto se encuentra con que tiene más fuerza con el brazo y pierna derechos que con los miembros del lado izquierdo. Eso es absolutamente natural y a menos que esa diferencia sea abismal se corrige por sí misma en breve, o por lo menos se acerca a la igualdad en poco tiempo; porque hay que aceptar que siempre mantenemos una ligera ventaja en el lado que usamos con prioridad, tanto los diestros como los zurdos.
No obstante la preocupación se manifiesta más que por la fuerza, por las diferencias en el desarrollo que a menudo presentan los miembros de un lado respecto al otro, o de un músculo concreto. Por ejemplo, algunos tienen un brazo más pequeño que otro, o una pierna menos desarrollada, o incluso un pectoral, un hombro o un dorsal menor de un lado que del otro del cuerpo.
Cuando estas diferencias no se corrigen con el paso del tiempo y el entrenamiento regular, entonces hay que recurrir a un entrenamiento adicional unilateral.
Es decir, a trabajar sólo el lado subdesarrollado un poco más que el otro. Por ejemplo, si teneis un bíceps o un tríceps más pequeño, entonces realizad vuestra rutina habitual y luego una vez acabada ésta, haced tres series adicionales sólo con el brazo que presente el problema, por medio de algún curl, con mancuerna o polea.
Si el problema reside en el hombro, pues haced press o elevaciones con una mancuerna, y si es el pecho pues aberturas con un solo brazo, mientras os agarráis con el otro a algún aparato para tener estabilidad, o cruces en polea, pero con un único brazo. En el caso de la espalda haced remo con mancuerna y para las piernas las extensiones, el femoral o la elevación de talones para los gemelos.
No temáis, ni desesperéis, ese problema es frecuente pero fácilmente subsanable.