El yoga es una de las disciplinas mentales y físicas más utilizadas del mundo, y ya sea que estés pensando en comenzar a practicarla, o que hayas comenzado hace poco y no notes los beneficios de la misma, te traemos una serie de consejos que te pueden llegar a ser realmente útiles al respecto, de modo que tu cuerpo note la diferencia en poco tiempo.
En cualquier caso, lo primero que debes hacer, si puedes antes de comenzar con las clases de yoga, es hablar con tu médico personal, y explicarle qué tipo de posturas tienes intención de practicar, para que él te autorice a llevarlas adelante, de modo que no afecten tu cuerpo. Una vez que lo hayas hecho, tienes que buscar aquellas clases de yoga que mejor vengan de acuerdo a tus necesidades y gustos, para que las disfrutes más, y realmente las aproveches.
Cuando hayas comenzado con las clases, de igual forma es importante que seas consciente de cuáles son los límites de tu cuerpo, para de ese modo no sobre-exigirlo demasiado, ya que la principal premisa del yoga es justamente, el que te relajes. Incluso cuando tu profesor pretenda que vayas más rápido, ponle los puntos y explícale que haces eso para poder relajarte, y no para competir contigo mismo ni con nadie.
Otra buena alternativa a la hora de pensar en el yoga, además, tiene que ver con las clases particulares, considerando que existen profesores que acuden incluso a nuestras casas para enseñarnos los preceptos básicos de esta disciplina. Aunque las clases pueden resultar un poco más costosas, lo cierto es que las llevamos adelante en la comodidad de nuestro hogar, y son desarrolladas especialmente de acuerdo a nuestros intereses.
En cualquiera de los dos casos, de todos modos, es bueno que busques un compañero con el que practicar. De hecho, está comprobado que si charlamos con alguien mientras realizamos esta práctica, tenemos muchas menos posibilidades de llegar a lesionarnos. Finalmente, antes de ir a las clases, conviene que siempre realices ingestas de comidas ligeras, como ensaladas o zumos de fruta.