Se ha hablado mucho de la soledad del corredor de fondo, y nadie puede negar la sensación mágica de correr durante horas, de sentirse ligero después de superar el muro de la maratón, de ser casi inmune a la fatiga … Pero hasta alcanzar ese estado de gracia hay un largo camino a recorrer que en compañía es mucho más agradable.
–Nivel similar: es recomendable que nuestros compañeros de carrera a pie tengan un nivel similar al nuestro y unos horarios compatibles. Si compartimos objetivos determinados aún mejor: un maratón, un duatlón, una carrera popular…
-En caso de tener niveles diferentes, podemos compartir algunas sesiones, haciendo las series y los cambios de ritmo por separado, pero poniendo en común las sensaciones al final del entrenamiento, analizando juntos las conclusiones y planificando nuevas sesiones.
-La figura de la liebre también existe en este deporte. Es un corredor que marca un determinado ritmo durante la primera parte de algunas carreras de media y larga distancia. No completa las carreras, sino que abandona después de haber cubierto cierta distancia. El uso de liebres es frecuente en carreras de alto prestigio y cuando un atleta quiere intentar batir un récord.
Fuente: vitonica