El deporte, ya sea que se trate de un entrenamiento claramente pautado, de una rutina impuesta por nosotros mismos para bajar de peso, o lo que fuere, requiere de algunas prácticas tendientes a asegurarnos que podremos obtener los mejores resultados posibles, además de que no sufriremos lesiones, mientras intentamos mejorar la imagen que tenemos de nuestro propio cuerpo, así que aquí vamos a repasar algunas de ellas.
Por ejemplo, dos factores fundamentales a la hora de realizar ejercicios físicos, tienen que ver con el cuidado que damos al cuerpo el resto del tiempo. En este sentido, factores como una alimentación balanceada, o una hidratación adecuada, pueden ser la diferencia entre tardar dos meses en observar los cambios del deporte en el cuerpo, o tardar bastante más tiempo, lo que puede llegar a desanimarnos, y abandonar la práctica.
Por ejemplo, se recomienda siempre que antes de comenzar la rutina diaria de ejercicio, bebas cerca de un litro de agua, pero no diez minutos antes de ir a correr o al gimnasio, sino varias horas antes, tomando de a vasos, y no todo a la vez. Sobre la comida, en tanto, conviene comer dos horas antes de realizar el ejercicio, y siempre se recomienda consumir cereales, pasta, y demás, no dejando de lado tampoco las proteínas.
Una recomendación fundamental en este sentido tiene que ver, también, con nunca comer inmediatamente antes de realizar la actividad física, ya que podemos llegar a cortar la digestión, situación que es sumamente perjudicial para el organismo, no sólo en el momento, sino especialmente a largo plazo.
Para finalizar, otro aspecto que muchas personas dejan de lado antes de comenzar a realizar su rutina, tiene que ver con lo que se denomina en la jerga como “calentamiento progresivo”, una serie de movimientos importantes porque predisponen a nuestro cuerpo para la realización posterior del entrenamiento, y que debe realizarse sobre cada articulación y músculo.