A lo largo del año hay muchísimas fechas que nos implica reunirnos con familiares y amigos a cenar, almorzar o incluso a merendar, habiendo un sinfín de posibilidades gastronómicas, volviéndose difícil, pero no imposible, mantener nuestro peso alcanzado o seguir descendiendo de peso.
Si bien no podemos escabullirnos de las reuniones navideñas, los cumpleaños, las pascuas, las vacaciones, las fiestas de casamientos, los feriados, entre otros eventos, esto no debe ser una excusa para tirar por la borda los hábitos hasta ahora aprehendidos.
A continuación te contamos las estrategias que podrán salvarte en este tipo de eventos y que te garantizarán pasar una velada tranquila y amena con tus seres queridos sin siquiera percatarte de que estas realizando un plan de alimentación saludable o una dieta.
En primer lugar sea cual sea el evento al que debas asistir te recomendamos que previo a salir de casa ingieras alguna fruta, un yogur o caldo, en caso de ser invierno, de modo de no llegar con tanto hambre y atacar todo lo que esté servido sin medir los resultados. Esto te permitirá poder ver todas las opciones y elegir qué quieres comer entre todas ellas, seleccionando un poco de todo en pequeñas porciones.
Esta técnica incluso es muy útil si vas a concurrir a un restaurant ya que generalmente tardan en servirte la comida y mientras tanto atacas la panera, para evitar ello consumir una colación previa sería lo adecuado.
Escoger bebidas baja en calorías es otra de las tácticas que no fallan, ya que no sólo el líquido nos ofrece una sensación de saciedad sino que al estar ocupados en ello, no tenemos necesidad de ingerir todo lo que encontremos en el camino.
Otro tip que resulta muy productivo es el de compartir, ya sea en la entrada, plato principal o mesa dulce, al dividir la porción nos garantizamos de probar lo que nos gusta ingiriendo menor cantidad de calorías.
Por último recuerda que no es buena idea ausentarte de eventos sociales a causa de la comida ya que ello te llevará a un aislamiento aburrido y por sobre todo; poco saludable. Por el contrario, disfrutar de las personas que se encuentran en el lugar y ubicar a la comida en un segundo plano, posibilita una velada agradable y placentera.