Uno de los momentos en la vida del hombre en los que el deporte más ayuda a la formación tanto corporal como humana es en la niñez. Todos sabemos que los chicos son verdaderas esponjas en sus primeros años en lo que a la interpretación y adhesión de las cosas que ven diariamente refiere, y es por eso que conviene siempre alentarlos a realizar distintas actividades físicas que luego lo acompañen el resto de sus vidas.
Lo más interesante a señalar en este sentido, además, es que según la Organización Mundial de la Salud, “la actividad física infantil consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias”, por lo que, evidentemente, los más pequeños tienen cientos de posibilidades para entrenar sus cuerpos.
Sin embargo, si queremos estar seguros de que nuestro hijo esté desarrollando actividad física, debemos constatar que invierta como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa, para que de esa forma el rendimiento se vea reflejado en su físico a largo plazo, y también en los modos en los que se relaciona con sus pares y forma su autoestima.
Incluso, existen algunas beneficios en estas edades que no requieren de demasiado tiempo para ser notorios, como por ejemplo mantener un peso saludable y prevenir la obesidad, además de otros sí, claramente a futuro, como la posibilidad de reducir la presión arterial, aumentar el nivel del colesterol bueno, y reducir el riesgo de diabetes tipo 2, y de algunos tipos cánceres.
Pero por fuera de estos beneficios, no podemos dejar de señalar los relacionados con la emoción y el aspecto social, ya que está probado que aquellos niños que realizan actividad física de chicos, tienen mayor consideración por valores como la lealtad, el compañerismo, el esfuerzo, y los trabajos colectivos en general.