Aunque mucho se ha hablado de los alimentos transgénicos en los últimos tiempos, sobre todo desde que los fertilizantes y agroquímicos se hicieron comunes hace poco más de una década, en esta ocasión vamos a intentar analizar los problemas que los mismos significan para la alimentación de las personas, partiendo de la premisa de si son tan dañinos como se considera, o en verdad se trata sólo de un mito.
Lo primero que debes tener en cuenta en estos casos, entonces, es que hasta el momento, no existe ninguna evidencia científica, que compruebe daños a la salud del hombre de parte de los alimentos transgénicos, aunque sí en algunas zonas del mundo, especialmente dentro de países subdesarrollados, se han detectado varios casos de deformidades en espacios donde las personas consumen alimentos de forma o sabor extraños.
Sin embargo, los científicos estiman que los alimentos modificados genéticamente son tan seguros como los alimentos convencionales o tradicionales, pues tienen casi la misma composición, más allá de los nuevos genes que se agregan, y que no se puede decir que traigan consecuencias inevitables.
Para poder saber a ciencia cierta si un alimento es potencialmente peligroso para un ser humano, entonces, la verdad es que se descartan por el momento el peligro de aparición de resistencia a antibióticos o generación de cánceres, entre otras enfermedades que se relacionan a empresas como Monsanto, y se estima que cada alimento debería ser investigado por sí mismo para tener una solución acorde a nuestras necesidades.
Concretamente, si quieres saber si un alimento que crees transgénico es potencialmente peligroso para ti o tu familia, lo que debes hacer es investigarlo en base a tres aspectos: contenido nutricional, o equivalencia sustancial, alergenicidad y toxicidad, los que determinarán lo peligroso que en realidad es, aunque repetimos, en la mayoría de los casos, no hay de que alarmarse.