Los riñones son órganos fundamentales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, y aunque cuando hablamos de alimentos podemos calificarnos entre los buenos y los malos en líneas generales, en este caso vamos a referirnos a lo señalado por la revista científica American Journal of Kidney Diseases, con respecto a aquellas comidas específicas que se destacan por el hecho de dañar nuestros riñones, por lo que deberíamos evitarlas.
El primer grupo que conviene que esté fuera de nuestras vidas en un caso de estos tiene que ver directamente con los alimentos que tienen demasiada cantidad de proteínas. En efecto, carne, pescado y huevos son algunos de los que obligan a nuestros riñones a trabajar más de la cuenta, y al fin y al cabo un consumo elevado puede llevarnos a desarrollar cálculos renales, algo que obviamente querríamos evitar.
Posteriormente, ya en un caso mucho más conocido por las personas, tenemos que mencionar lo que sucede con la sal, la cual puede llegar a propiciar, de ser consumida en cantidades demasiado grandes, un daño sobre las nefronas de los riñones, que están especialmente puestas para la filtración de las toxinas.
Luego de las grandes proteínas y la sal, tampoco podemos dejar de mencionar lo que sucede con distintas bebidas gaseosas, la gran mayoría de ellas para ser exactos, las cuales también se encuentran muy relacionadas con la aparición de cálculos renales. Además, la cafeína funciona se una forma muy similar en algunos de estos casos.
Finalmente, y a pesar de lo beneficioso que su consumo puede resultar para otras partes y procesos de nuestro organismo, no podemos dejar de mencionar el caso de los lácteos. En cuanto a ellos, el riesgo es que al aumentar la cantidad de calcio que despedimos en la orina, terminemos generando una mayor probabilidad de formas piedras en el riñón.