El ejercicio físico sigue siendo la clave para combatir las adiposidades difíciles. Una buena gimnasia localizada y regular es una opción para evitar métodos invasivos, siempre y cuando se potencien sus efectos con una dieta adecuada generalmente pobre en grasas. Suelen ayudarse con la aplicación de geles y cremas reductora.
El ejercicio físico de bajo impacto ofrece tres beneficios que ayudan a combatir la acumulación de células adiposas.
- Quema grasas: porque el adiposito se reduce con el aumento del trabajo energético.
- Mejora la oxigenación: una buena mecánica respiratoria ayuda a combatir la celulitis y la obesidad.
- Corrige las malas posturas: cuando los músculos se encuentran fuera del eje que pasa por el centro del cuerpo, debido a malas posturas, estos músculos trabajan mal o no trabajan, por esta razón acumulan adiposidad a su alrededor y tienen un aspecto flácido e hipotónico. Cuando se producen estos desequilibrios en el cuerpo, las piernas son las que más reciben las consecuencias. Por ejemplo, es común que las personas con los pies con rotación hacia adentro localicen la grasa en la zona de las caderas.