Al contrario exactamente de lo que uno podría llegar a creer, recientes estudios han determinado que la mejor forma que tenemos los humanos de mantener nuestra mente a tono a pesar del paso del tiempo, tiene que ver con la realización de diferentes actividades físicas, incluso por encima de aquellas que puedan estar más relacionadas directamente con el cerebro y las funciones cognitivas, por lo que se trata de otra perfecta excusa para realizar ejercicio de forma diaria en la adultez.
En este sentido, es importante destacar que una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad de Illinois, ha demostrado que es mayor la necesidad de los adultos, sobre todo cuando son mayores, de tener actividad física varias veces a la semana, que de leer, realizar crucigramas o que practiquen juegos de mesa para estimular sus capacidades neuronales, algo que se creían una ciencia cierta hasta entonces.
Según estos especialistas, no obstante, el deporte estimularía más el pensamiento que el pensamiento mismo, ya que a través del ejercicio físico, se permite al organismo desarrollar un cerebro que resiste el achicamiento de su tamaño y mejorar la flexibilidad cognitiva, aunque luego tampoco se descarte que la posibilidad de realizar juegos de ingenio y otros semejantes también aporte sus cuestiones, aunque desde un claro segundo plano.
Del mismo modo, podemos establecer que aunque la mayoría de las pruebas más contundentes de ello surgen de varios estudios realizados sobre modelos de ratones, los científicos entendidos en la materia indican que los resultados claramente podrían aplicarse a los seres humanos, lo que permitiría la apertura de nuevas expectativas en la generación de conocimientos por parte de ellos, incluso en la adultez avanzada.
Finalmente, señalamos a que a fin de poder analizar los resultados que luego derivaron en las conclusiones expuestas anteriormente, los científicos instalaron a un primer grupo de ratones en una jaula que estimulaba el placer sensual y el gusto: les ofrecieron nueces, frutas y quesos espolvoreados con canela, mientras que al segundo grupo les inculcaron el ejercicio como método de vida, con las consecuencias ya analizadas.